Redescubriendo la animación
MIKEL IBILCIETA EZCURRA
Para hablar de la primera vez que vi una serie en la televisión, tengo que hacer un esfuerzo para recordar si el canal que más me gustaba era Cartoon Network o Nickelodeon. Recuerdo la felicidad que sentía al despertarme los sábados y los domingos, y ver que solo eran las 8 de la mañana, eso significaba que podría estar más tiempo de lo normal viendo mis series animadas favoritas.
Avatar, Billy y Mandy, Brandy y Mr. Whiskers, son los nombres de las pocas que puedo recordar y, hasta hoy en día, muy de vez en cuando, suelo ver algún episodio. Aunque he de decir, que lo recordaba más espectacular.
Tardé muy poco en pasarme a las series policíacas, eso se lo debo a mi madre, ya que era con quien me sentaba en el sofá a verlas, El Mentalista era mi favorita. Y hasta los 17 me bastó con esto, ya que siempre había series nuevas saliendo, y ya se había convertido en tradición el cenar viendo series como: NCIS, CSI (con todas sus versiones) o Castle.
A esta edad, el anime me llamo la atención. En un vídeo de YouTube, promocionaban catorce días gratis de Crunchyroll, una página donde se pueden ver series y películas anime, con un funcionamiento muy similar a Netflix. Y decidí empezar con la serie que recomendaba el youtuber: Parasyte: The Maxim. La cual hoy en día sigue siendo mi anime favorito. Me gustó tanto que me vi los 24 episodios en cuatro días, y nada más acabarla, volví a verla. Esta vez tardando cinco días.
Tardé muy poco en pasarme a las series policíacas, eso se lo debo a mi madre, ya que era con quien me sentaba en el sofá a verlas, El Mentalista era mi favorita. Y hasta los 17 me bastó con esto, ya que siempre había series nuevas saliendo, y ya se había convertido en tradición el cenar viendo series como: NCIS, CSI (con todas sus versiones) o Castle.
A esta edad, el anime me llamo la atención. En un vídeo de YouTube, promocionaban catorce días gratis de Crunchyroll, una página donde se pueden ver series y películas anime, con un funcionamiento muy similar a Netflix. Y decidí empezar con la serie que recomendaba el youtuber: Parasyte: The Maxim. La cual hoy en día sigue siendo mi anime favorito. Me gustó tanto que me vi los 24 episodios en cuatro días, y nada más acabarla, volví a verla. Esta vez tardando cinco días.
La capacidad de transmitirme emoción que tenía el anime en mí, era algo que no había sentido con ningún otro tipo de contenido audiovisual. Y sabía que tenía que haber más series tan buenas o mejores, así que empecé a devorar más capítulos. Las que más impacto causaron en mi fueron Neon Genesis Evangelion y Dead Note, series tan complejas y profundas, que hoy en día (22 y 12 años después de su última emisión) se siguen discutiendo y proponiendo teorías para tratar de explicar el verdadero significado de la trama.
A lo largo de dos años y medio vi un total de 700 episodios, y después de eso, cada vez me costaba más encontrar alguna serie que me enganchase como antes, o simplemente que me sorprendiese. Finalmente acabé por probar con las series "normales".
Durante una de mis estancias en Estados Unidos conocí Netflix y al volver me olvidé de su existencia. Hasta el día en el que anunciaron que estaría disponible en España, y decidí empezar con el mes de prueba gratis. El funcionamiento de la plataforma me convenció lo suficiente para pagar las cuotas mensuales.
Al principio tan solo veía películas, pero un amigo mío no paraba de hablarme de lo buenísima serie que era Breaking Bad, y empecé a verla solo para que me dejase tranquilo. Y a pesar de su lento inicio, resultó ser una serie que me engancho por completo. El observar como un personaje empieza la serie luchando por unos ideales y una moral, con los que la mayoría de personas se siente identificado y como conforme los acontecimientos ocurren, se va corrompiendo por el poder, me resultó muy familiar, ya que Death Note también tiene un personaje principal que sigue una dinámica muy similar.
Tras Breaking Bad, no pude negar que también me gustaban algunas series convencionales y volví a verlas. Hoy en día voy variando entre un género y otro, disfrutando de ambos, pero siempre preferiré un buen anime a una serie.
A lo largo de dos años y medio vi un total de 700 episodios, y después de eso, cada vez me costaba más encontrar alguna serie que me enganchase como antes, o simplemente que me sorprendiese. Finalmente acabé por probar con las series "normales".
Durante una de mis estancias en Estados Unidos conocí Netflix y al volver me olvidé de su existencia. Hasta el día en el que anunciaron que estaría disponible en España, y decidí empezar con el mes de prueba gratis. El funcionamiento de la plataforma me convenció lo suficiente para pagar las cuotas mensuales.
Al principio tan solo veía películas, pero un amigo mío no paraba de hablarme de lo buenísima serie que era Breaking Bad, y empecé a verla solo para que me dejase tranquilo. Y a pesar de su lento inicio, resultó ser una serie que me engancho por completo. El observar como un personaje empieza la serie luchando por unos ideales y una moral, con los que la mayoría de personas se siente identificado y como conforme los acontecimientos ocurren, se va corrompiendo por el poder, me resultó muy familiar, ya que Death Note también tiene un personaje principal que sigue una dinámica muy similar.
Tras Breaking Bad, no pude negar que también me gustaban algunas series convencionales y volví a verlas. Hoy en día voy variando entre un género y otro, disfrutando de ambos, pero siempre preferiré un buen anime a una serie.
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