Black Mirror, una pantalla de realidad


Black Mirror, una pantalla de realidad


Muchas series pueden dejar una marca en la vida de una persona, pero muy pocas generan un impacto en la sociedad. Un ejemplo de esto es Black Mirror (2011). La serie de televisión británica, creada por Charlie Brooker, la cual empezó siendo transmitida por Channel 4 y después en el 2016 pasó a formar parte de la familia Netflix, es sin duda alguna una de las creaciones más innovadoras que se ha visto en los últimos tiempos.

Imagen tomada de mezclaconfusa - Flickr: https://www.flickr.com/photos/59087292@N07/6855050673

Para nadie es una novedad que vivimos en un mundo en el que la tecnología avanza cada vez más, adentrándose en nuestras vidas y formando parte de nuestro ser. El ejemplo más claro de esto son los celulares; cada año sale un ejemplar nuevo, con distintas funciones que hacen de nosotros personas más perezosas y dependientes, porque seamos sinceros, ¿quién puede salir de la casa sin su celular y realmente no sentirse incómodo?

Estamos inmersos en la tecnología y nadie sabe lo que nos espera en el futuro, pero Charlie Brooker, junto con el gran grupo de directores que han formado parte de este proyecto, como: Owen Harris, Jodie Foster, Carl Tibbetts, Joe Wright, entre otros; han logrado crear un universo oscuro, terrorífico, pesimista y reflexivo sobre lo que es nuestra sociedad y a lo que puede llegar.

Todas las series tienen el reto de superarse con cada temporada que sacan a la luz. No obstante, como menciona Claudio Lagos Olivero, Black Mirror logra mantener su tono satírico, su crítica constante y su brillo oscuro, lúgubre de manera excepcional a lo largo de sus cuatro temporadas.



Cada capítulo brinda una experiencia absolutamente diferente y presentan un problema distinto que acompleja a la sociedad en la que vivimos, pero todos los hacen desde un punto de vista crítico supremamente fuerte que al final es lo que causa impacto en el público. Solo basta con analizar uno de los capítulos más populares, Nosedive, en el cual la serie plantea una sátira que gira en torno a un mundo perfectamente conectado, en el que todas las personas son evaluadas por su apariencia y sus acciones; un pequeño guiño a lo que se vive con las redes sociales.



En fin, esta serie británica ha logrado generar un impacto impensado desde su primer capítulo, The National Anthem, hasta el último (por ahora), Black Museum. Proponiendo una mirada reflexiva al futuro que nos espera como sociedad si no empezamos a controlar nuestras acciones e invenciones.

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