Por: Samia Margarita Bayona
Mi amor por las series comenzó a crecer en el año 2014, cuando, por primera vez, me senté frente a mi computador a observar un drama televisivo llamado 90210, que me había recomendado una amiga muy cercana. Duraba hasta las 4 o 5 de la mañana viéndola. Era tan grande la intriga por saber lo que ocurriría en el siguiente capítulo, que prefería dejar el sueño a un lado y continuar observando. Cada escena de 45 minutos contenía situaciones llenas de drama adolescente, con las cuales me identificaba un poco. Esto además acompañado de personajes vestidos al último grito de la moda, que vivían en la deslumbrante ciudad de Beverly Hills.
Actualmente, uno de mis "hobbies" favoritos es ver series en mi computadora. Es tanto mi gusto por esta actividad que, durante el verano pasado, ocupé la mayoría de mi tiempo libre a ver varias piezas televisivas que robaron mi atención de manera inmediata. Entre estas se encuentra una comedia, bastante reconocida, llamada "Friends", compuesta por 10 temporadas de 24 capítulos cada una.
Foto recuperada de: https://goo.gl/xn3J4h
Mi amor por las series comenzó a crecer en el año 2014, cuando, por primera vez, me senté frente a mi computador a observar un drama televisivo llamado 90210, que me había recomendado una amiga muy cercana. Duraba hasta las 4 o 5 de la mañana viéndola. Era tan grande la intriga por saber lo que ocurriría en el siguiente capítulo, que prefería dejar el sueño a un lado y continuar observando. Cada escena de 45 minutos contenía situaciones llenas de drama adolescente, con las cuales me identificaba un poco. Esto además acompañado de personajes vestidos al último grito de la moda, que vivían en la deslumbrante ciudad de Beverly Hills.
Dos años después, conocí la plataforma que revolucionó el mundo del contenido audiovisual, Netflix. Dentro de un corto lapso de tiempo, esta empresa estadounidense logró desbancar a cantidades de franquicias de alquiler de cine como, por ejemplo, Blockbuster, que ha ido perdiendo su clientela poco a poco y adoleciendo una muerte lenta en el mercado.
En Colombia, mi país de origen, el plan de todos los viernes o sábados suponía de ir con mis amigas a rentar dos o tres películas. De paso, comprábamos unas palomitas de maíz y un par de Coca- Colas, que nunca podían faltar. Luego la noche consistía en echarnos en el sofá y prender el DVD para colocar una "peli". Sin embargo, con la llegada de Netflix, esta actividad desapareció por completo de nuestras vidas. Ahora, cada quien por su cuenta observa, desde la comodidad de su hogar, el contenido que más le apetece y en el momento que más le convenga.
Ni mis amigas ni yo hemos dejado de utilizar esta plataforma que, cada día continúa reinventándose y obteniendo rápidamente nueva clientela. Sorprende a su público con producciones propias de buena calidad y alto entretenimiento. Me considero una de aquellas personas que no sabrían qué sería de su vida sin Netflix. Por esa razón, yo le llamo "amor a primera vista".
Foto recuperada de: https://es.comunicas.org/2010/09/23/blockbuster-pierde-batalla-contra-internet-y-se-declara-en-bancarrota/
En Colombia, mi país de origen, el plan de todos los viernes o sábados suponía de ir con mis amigas a rentar dos o tres películas. De paso, comprábamos unas palomitas de maíz y un par de Coca- Colas, que nunca podían faltar. Luego la noche consistía en echarnos en el sofá y prender el DVD para colocar una "peli". Sin embargo, con la llegada de Netflix, esta actividad desapareció por completo de nuestras vidas. Ahora, cada quien por su cuenta observa, desde la comodidad de su hogar, el contenido que más le apetece y en el momento que más le convenga.
Ni mis amigas ni yo hemos dejado de utilizar esta plataforma que, cada día continúa reinventándose y obteniendo rápidamente nueva clientela. Sorprende a su público con producciones propias de buena calidad y alto entretenimiento. Me considero una de aquellas personas que no sabrían qué sería de su vida sin Netflix. Por esa razón, yo le llamo "amor a primera vista".
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